Ayer se fue la familia de D. La casa se siente inmensamente vacía. Es en días como estos en que me pregunto si este exilio vale la pena. Todo el mundo me habla de la educación excelente que recibirá la N aquí en los Estados Hundidos o en las experiencias exóticas de ultramar que tendrá. Pero yo solo pienso en lo que pierde: la familia.
Por ahora hemos hecho todo lo posible, pero pronto (¡y que pronto viene el pronto!) se nos hará más dificil. Por el momento me alegra ver a N extrañando a su familia porque significa que tiene una familia que extrañar. ¡Con las cosas que se tiene uno que conformar!
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En lo que reacciono al bloggeo del sábado, bloggeaste el de hoy y ya no si qui hacei!!!!
ResponderBorrarSolo algo que no es común en mi, darte la razón... y termina uno buscando consuelo en los lugares mas incosolables, pero consuelo es consuelo al fin. Por cierto, recuerdame que Consuelo queda eliminado como nombre para alguna hija.
¡Por Yuquiyú que llueve parriba! ¡¿Tú dándome la razón?! Deben estar cerca los ovnis del Apocalipsis....
ResponderBorrarEso sí, Consuelo queda eliminado. El único que pudo salvar a ese nombre fue Corretjer en Distancias: "afuera, junto a la reja carcelaria espera inútilmente verme, mi Consuelo..."