Anoche vi mi primer juego de hockey sobre hielo. Y no fue por TV. Como ordena Azeroth, fui al estadio a verlo en vivo y a todo dolor, digo color. Es como perder la virginidad en una orgía.
Pasaron los anuncios, cantaron el himno, sonó la chicharra. A los 37 segundos de comenzar el partido ya estaban repartiendose burrunazos y pescozás. ¡Me encanta el juego!
Si, ya sé. Qué pasó con mi humanismo. Que se joda, cuando en Roma, haz como los romanos. Y no dudes que si hubiera estado en Roma, me hubiera desvirginizado en una orgía.
sábado, 9 de febrero de 2008
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