Bueno, ya terminé mi segunda semana en el nuevo trabajo. Y debo decir que la cosa ha estado tan pelúa como imaginaba. Eso sí, debo reconocer que mis compañeros son chéveres y que han estado pendientes de mí y echándome una mano cuando lo necesito. Por lo menos no tengo que estar cuidándome las nalgas, toda vía.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas, o como diría mi madre pellizco de ñoco. Sigo trabaja que te trabaja y el foquin trabajo se sigue acumulando. Termino haciendo como 13 horas diarias y no se siente. Digo, mi cuerpo sí lo siente, pero en términos de ver un descanso son otros veinte pesos.
Eniuei, este fin de semana terminé a rajatabla un artículo de Corretjer que me habían pedido hace como 4 meses. Veremos a ver si les gusta porque a mí sinceramente no me gustó cómo quedó, pero hay que arar con los bueyes que hay, dice mi padre.
Se supone que esté haciendo los planes de la semana y corrigiendo un millón de quizzes que son incorregibles. Y aquí estoy, ya ves. Dándole con el culo al seto.
domingo, 16 de septiembre de 2007
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Bienvenido a la vida real, donde hacer las cosas con tiempo es hacerla dos veces y de lo contrario nunca hay tiempo. Maldito... me voy que ando atrazada como por semana y media que llevo enferma y me pregunto que es ferma?
ResponderBorrarCon mi solidaridad, que no te sirve de nada eso bien lo se, pero es solidaridad al fin.... veamos, me mudo al blog de luna boricua a quien tambien tengo en el abandono.
La solidaridad, lo unico que le queda al pobre, porque a veces ni la esperanza nos da, y mira que dicen que es larga....
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