El ajoro lunático

Confieso que he mojoneao. Este güiquén me la pasé pendejeando como si mi (v)ida dependiera de ello. Y es que al final de cuentas, sí dependía de eso.

Es verda que me ha caído el ajoro lunático del lunes como cristo a la Magdalena, pero no me quejo. El estrés siempre me ayuda a enfocar mejor. Ya los chicos se han ido. Me queda por corregir un montonal y medio de cosas, pero tengo la mente tranquila. Sangrando, pero tranquila.

Una mañana cargada de mañanas

Mañana de domingo. Tiempo de lavar ropa, recapitular lo sudado y crear la inercia necesaria para la se mana.

Pienso cambiarle el título de Jelou Mai Pipol a este blog. Toda vía no sé cómo lo llamaré, como tam poco sé exacta mente porqué quiero hacerlo. Quizás sea el aire de primavera que permea, tal vez sean malasmañas del devenir. No importa, supongo. Perséfone regresa, démosle la bien ven ida.

Sábado de cheris y chiringas

Acabamos de llegar de DC del Cherry Blossom Festival y el Festival de la Chiringa del Smithsonian. La Narula corrió y brincó hasta el cansancio, pero eso no la detuvo de seguir como cabrita en crack. Hacía más frío de lo que esperábamos, pero la pasamos brutal. Después nos fuimos con unos amigos al Banana's Café a comer mofongo relleno de mariscos pisaítos con dos margaritas cadillacs. Ahora D acuesta a la susodicha.

Estoy como sapo de letrina.

Estado de la cuestión: Jarto y feliz. ¿Qué más puedo pedir?

Recapitulación de un viernes de esquina

Sé que estos últimos días he estado dándole con el culo al seto sobre (el/los) viaje(s) y su(s) consecuencia(s). No te he dicho sobre las flores que están saliendo, ni de la sugerencia de verde que roza los árboles. Mucho menos de los par de días de sobre 60 grados que han hecho última mente.



Pero no es lo único. Hay muchas cosas que no te he contado y para serte sin cero, no sé porqué. Lo que importa es que en este presente progresivo nos volvamos a encontrar. Que al final del día sólo espere el final del día. Y que después de todo nos quede el Todo.

El sol me soba la cara. Hoy voy a vivir.

Subjuntivización de la sinceridad

Me duele la cabeza. No sé si es porque anoche dormí sólo tres horas. Será porque acabo de pasar hora y media con 21 estudiantes gritando a todo pulmón. Tal vez porque en un ejercicio sobre cómo expresar sus gustos una de mis mejores alumnas escribió que no le gustaba mi clase.



Al menos ella puede darse el lujo de ser sincera.



Cerré la puerta con llave. Escucho a Lavoe. No quiero que nadie me perturbe.

Ombliguito de se mana

Hoy es uno de esos días que devora los porqués. No, no es una queja más. Hay una diferencia entre quejarse y señalar(se). Espero entiendas.

La cosa es que no entendemos ni nos entendemos. Y eso sí que lo entendemos o, por lo menos, así lo entiendo. ¿Entiendes?

Pero volvamos al día y a su hambre, que es lo que nos entiende cuando al final nos enfrascamos con el Olvido.

El título para más tarde

De vuelta al trabajo. Bueno, debo confesar que ha sio MUCHO mejor de lo que esperaba. La N se levantó rauda y veloz y yo estaba en mi salón a la hora de siempre. Y el día ha fluido como suero de brea, pero ha fluido.

Los estudiantes están pensando en pajaritos preñaos y yo ya estoy en maternidad. Palo que falta, que venga el resto.

Mañana será otro día, así que a acostarse tempranito y acurrucado entre medio de mis dos chicas soñar que Obama abolirá la Distancia.

Del regreso

Soy un regresado. Ya es oficial. D y N están caminando y a pesar de las insistencias insistí en quedarme para llegar aquí. ¿Para qué? No sé. Pero aquí estoy de nuevo. Esperando el regreso de D y N.

Ya mañana será menos la diarrea mental cuando regrese al trabajo. Eso espero.

Un quickie antes de regresar

Me robo un poco de cybertime antes de regresarme. Aunque no sé si el reflexivo refleje o reflexione, whatever the hell that is, lo que lo que espejiza el vacío del que ando colgado. Anyway, here we go.

De las vueltas de la ida

Hoy se perfila más tranquilein. Ya la sangre llegó al río y sólo nos queda reirnos. Aunque sea con las muelas de atrás. La cosa es que estoy en Puerto Rico dándome un overdose de familia. Y quizás más importante, ya tomamos la decisión de no ir a Kuala Lumpur. Sí, ésa era mi diarrea mental de estos días. El Estado nos empuja a mudarnos a Malaysia en agosto. Aunque ya tomamos la decisión, muchas cosas pueden suceder y es algo probable que en septiembre esté escribiendo con las Torres Petronas en mi ventana. Pero me tranquiliza que no sea nuestra decisión si no la de otros. Sí lo sé. Suena contradictorio pero créeme, es lo mejor que nos puede suceder en estos momentos. Mientras tanto, búscame en el quiosco de la playa, soy el que se atraganta de bacalaítos y alcapurrias pisaítos con Medalla.

Los Húmeros Strikes Back

Me preparo para el último día antes de irme a Puerto Rico. La esquela está desierta, o es mi mente que aulla con el vacío. Sólo me obsesa el que hoy sea el último día de esquela y el primero del Olvido.

Sólo por hoy

Bueno, voy a dejar el osteraiser neuronal por un momento. Dos días más y estaré en Puerto Rico abrazando a mi padre y besando a mi Narula. Por sólo este instante, me acurucaré en esta breve eternidad. Pero sólo por el momento.

¿Y qué?

¿Y qué hago cuando hacer es deshacer lo poco que he hecho? ¿Y qué hago cuando la costumbre de ser se vuelve tóxica al Olvido? ¿Y qué hago cuando el vicio de ser útil se vuelve utilitario?

A lo que iba no es igual que al dónde voy

Bueno, por dónde empiezo. Siempre he tenido problemas con los dóndes. Me explico. Hoy iba a escribir algo sobre diez estudiantes, nueve países y un salón que me alimenta. Ahora no sé qué decir.

Tal vez si hablara de los diez estudiantes, los nueve países y el salón que me alimenta no me preocuparía tanto las tres personas, los dos continentes y el tedio del hastío que se impondrían entre esa vida y ésta, entre mi familia y la tuya, entre el ahora y el recuerdo.

Sí, ya lo sé, no he explicado un carajo.

Joder. Debí haber hablado de los diez estudiantes, los nueve países y el salón que me alimenta.

Agenda para siete días de espera

lunes: acomodar un poco el hastío perdido

martes: oración furtiva al reojo premeditado

miércoles: repetir el asombro planificado

jueves: empacar los porfines hambrientos

viernes: aplaudir en la guagua aérea y abrazar a mi padre

sábado: resucitar viejas costumbres sin herir al Olvido

domingo: nunca, pero nunca, dejarte ir

Hoy por hoy

Hoy se nos fue el día comprando la ropa pal viaje a Puerto Rico. Es que la ropa que tengo es de in(v/f)ierno y la que me queda de ver ano ya no me queda.

Misión cumplida.

La agenda hasta el momento es:

1) llego el viernes a las tantas de la noche

2) el sábado irme de gira familiar con mi padre y escuchar el repetido asombro de cuán gordo estoy

3) el sábado en la noche ir a una reunión de mi clase graduada de escuela superior

4) el domingo buscar a mi Narula

Eso es lo único que tengo hasta el momento. Lo demás es tan impredecible como el mood de de Elena de Troya en PMS. Y lo que tengo no está muy seguro que digamos. Pero pase lo que pase ya tengo la ropa y unas ganas inmensas de abrazar y besar a mi Narula.

Otra más

Esta ha sido una se mana desas que caben perfectamente bajo la alfombra del Olvido. Pero no puedo perder el catorce de vista: me voy pa Puerto Rico vendiendo vasos en colores a buscar a mi Narula. Quizás me la lleve de alcapurria tour o de limber adventures. Mejor dejo de pensar en eso. Toda vía me queda mañana por enter(r)ar.

Confesión gubernamental

Examiné el sobre en donde me llegó mi certificado de ciudadanía. Adivina qué encontré:







¡Que alguien me explique! ¿Venta de Leyes? Bueno, eso explica muchas cosas de Macondo...

Ciudadano 1073

El sábado D me dió una sorpresa. ¡Me hizo ciudadano puertorriqueño! Después de casi veinte años de no pertenecer a ningún lado, supongo que, magnífica ironía (como dice mi pana Borges), se completa el círculo. Soy ciudadano 1073. Ahora sólo me falta un gobierno propio.

Agenda para un día sin ella

8:00 Despertar.

8:02 - 9:00 Mojonear en Facebook y en el Mai Pipol.

9:00 Bañarme.

9:12 Secarme.

9:15 Vestirme.

9:30 Ir al médico.

10:30 Salir del médico.

10:37 Tomar café y desayunar cualquier cosa.

12:00 Llenar las planillas de impuestos de dos estados y la federal.

2:00 Regresar a casa.

2:15 Desmontar los adornos de navidad.

4:00 Terminar Valley of the horses, el libro questoy leyendo.

6:00 Jugar Wii.

Todo el día: Extrañarla.