jueves, 10 de julio de 2008

Segundo round

Ayer regresé a la Exorcista. Hice lo asignado. Toda vía tomo sus encantos y encantaciones con pinzas.





Me preguntó sobre mi incredulidad, creo que no me creyó, hijo de gato caza ratón pensaba o, en mi caso, hijo de pentecostal vive responsable mente con su culpa. Prefiero deshojar la fe sentado en mi silla de escarnecedor.



Preguntome sobre mi padre. Mi padre. Mi padre. Sorpresa sorpresa, según su muy experta opinión me modelo por él.



Le parece increíble que toda mi familia viva en el mismo pueblo por tanto tiempo.



Y que pese a tanto trabajo algunos no salgan del hoyo.



Me hizo juzgarlos de jure con dogmas de exorcistas cognocientes cuando todos sabemos que nunca incumplieron su voluntaria obligación de facto de darme lo que no tenía, mejor dicho, lo que otros (los obligados involuntarios) nunca me dieron.

Y claro, Baco.

Como el beso de Judas, como las lágrimas de la Magdalena, como el dedo de Tomás, como el tamo que arrebata el viento...

4 comentarios:

  1. Esto se está poniendo bueno, y lo mejor tus apreciaciones y conclusiones son geniales. Espero que D no me mate por alentarte el ¿cinismo?.......

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  2. Si precio es lo que todos sabemos, y si a es un prefijo que instruye la contrariedad, entonces ¿apreciacion es eso que sospecho?

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  3. Si, a preciación es justo lo que haces en la vida... y si a es un prefijo que instruye contrariedad. ¿Porque A es tu acronimo? Coincidencias o volvemos a las ironias palabreras?

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  4. Carajo, has dado en el clavo, A- dal y dal es la pronunciacion vegalteña de dar, asi que A- dal = sin dar. Joder, ya es mucho poroi. Creo que me quedan par de birras en la nevera, voy a ver...

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