Hoy iba a vestirme de negro: zapatos, medias, calzoncillos, camiseta, pantalones, camisa, abrigo. Pero vistióse el día de blanco para (como tantas otras veces) llevarme la contraria.
Mi negrura y su blancura yingyangizan este oximorón llamado (v)ida.
Sólo me queda arriar la vela (negra, por supuesto) en este mar níveo.
Sabes que toda vía te extraño.
Nos vemos allá.
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Gracias por recordar por nosotras. Todavia la extraño tambien...
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