Y te leí Riding Red Hood a regañadientes porque lo querías. Luego me hiciste leer The Little Mermaid a la cañona porque quiero que aprendas historias que no te acondicionen. Pero la abuela pelea con el lobo y el príncipe se casa con otra y la sirena se queda puyúa y regresa al mar. Cosas de la ironía, supongo.
Luego nos abrazamos y nos quedamos así por un rato murmurándonos cositas en el oído. Te acuesto, te enseño a decir mañana por la mañana, te arropo, y al darte el beso te dejo un te quiero Narula. Y amarraste un te quiero papi con tu sonrisa.
lunes, 5 de mayo de 2008
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No pelees por la niñez versus la caca! Yo tambien leí y luego vi todos los cuentos de hadas. Mami me leia comics de Casper antes de dormir. Y aún así mírame aquí, fue una linda parte de mi formación.... No se si ahora te quite la poca de esperanza que te esperaba.... pero leele lo que le de la gana y deja caer cuentos prohibidos cerca, que por curiosidad los leera a solas y nunca te lo dirá para no complacerte...
ResponderBorrarCuentos prohibidos. Jum, suena a antologia escondida debajo de mi cama. Joder. Es cierto, que lea, siempre y cuando despues de la sirenita se zumbe un par de Cortazar, ¿vale?
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