Prometo decir que no hace frío. Ya aburre la misma cantaleta. Ahora hablaré sobre los 3 suéteres que tengo puestos. Sin contar el underwear termal y el fiel jacket. Y la bufanda de 5 pies de largo por 3 de ancho. Y mi gorra de piloto chino. Y los guantes megagordos. Y el caminao de pingüino para no resbalar en el hielo que se esconde bajo la nieve. Y los mocos de sangre que soplo cada media hora. Y el hastío comunitario que se carga en la calle. En fin, dije que no iba a hablar de eso.
A, callado y entumecío
miércoles, 7 de febrero de 2007
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Prometiste decir que no hacía frío, y me ilusioné pensando que te iva a leer mintiendo desvergonzadamente. Terminó el comentario y jamás dijiste que no hacía frío. Pregunta: ¿Cuando tratas de girar con todas esas cosas encima, no te sientes como un cáculo boca arriba?
ResponderBorrarGloria, con el calor del trópico en las venas aunque en la oficina me ponen el aire en 70º y me quejo de frío.
Ay chica, sigo la verdad y no me sale bien. ¿Sera que verdad es el comienzo de verdugo, verde, verdolaga y verguenza?
ResponderBorrarEs cierto, con todas esas cosas puestas me siento como Gregorio Samsa en un sueño de Kafka. Y hablando de Kafka, hoy tengo cita con mi Proceso...